Información nutricional de los alimentos ¿sabemos el valor de lo que comemos?

Se ha repetido por activa y por pasiva, a través de los medios de comunicación, de libros y revistas, de artículos creados por expertos y eminencias en este sector, pero también por gente profesional de la nutrición, o incluso por deportistas que han visto cómo su vida ha cambiado gracias a ello. Una buena alimentación es uno de los pilares fundamentales de llevar una vida sana y equilibrada, junto al ejercicio físico. No hace falta comer menos o llevar una dieta estricta, simplemente comer un poco de todo y especialmente, cubrir las necesidades de nutrientes que todos tenemos.

El cuerpo humano, para bien y para mal, se adapta muy fácilmente a su entorno y al combustible que le demos. Eso sí, su funcionamiento no será tan bueno si solo nos alimentos de comida procesada y azúcares, si no comemos suficiente verdura o si nos pasamos con el alcohol. Para que nuestro cuerpo trabaje al cien por cien hemos de cubrir las necesidades de proteínas, carbohidratos y grasas, en sus respectivos porcentajes, ya que por ejemplo, necesitaremos más proteínas que grasas en nuestro día a día. ¿Y cómo saber qué es lo que estamos consumiendo? A través de la lectura de las etiquetas de valor nutricional de los alimentos.

¿Es importante conocer el valor nutricional de los alimentos?

Podemos tener dietas relativamente buenas sin prestarle una especial atención al valor nutricional de todos los alimentos, simplemente sabiendo cuáles escoger en cada momento y sobre todo, logrando que haya un equilibrio entre ellos. Sin embargo, para una dieta algo más estricta o simplemente, una dieta con equilibrada, exacta y eficaz, el valor nutricional de los alimentos es indispensable para poder elaborarla desde la base. Por eso conocer ese valor es fundamental para saber no solo cómo repartir los alimentos, sino también qué es lo que estamos comiendo.

La gente que no come de manera saludable suele pasar por alto casi siempre este tipo de cuestiones. El valor energético para ellos no significa nada, normalmente porque toman muchas más calorías de las necesarias a lo largo del día, y nunca tienen la sensación de que les falte la fuerza. Sin embargo, el valor nutricional va mucho más allá de las calorías o de la energía que necesitemos. Se trata de una manera fiable y eficaz de controlar todo lo que estamos tomando para llevar una dieta lo más equilibrada posible, ajustándonos a nuestras propias necesidades.

Necesidades nutricionales a cubrir por nuestro cuerpo

Una de las cosas que siempre complica un poco más eso de hacer dieta es que al final, cada cual necesita algo distinto, adaptado a sus necesidades corporales, que además, irán cambiando con el paso del tiempo. Si tenemos un cuerpo más grande, porque pesamos más, por ejemplo, necesitaremos muchas más calorías para mover todo ese peso. Esto complica el crear una dieta saludable común para todos, aunque lo que sí que se puede hacer es seguir una serie de consejos, ligados especialmente a las necesidades nutricionales que podamos tener.

Los expertos siempre recomiendan comer muchas proteínas, y de diferente origen, a ser posible, es decir, desde carne a mariscos, pescado, huevos, frutos secos… Debemos controlar la ingesta de grasas, manteniéndolas por debajo del 25% y tratando que sean siempre naturales, evitando las grasas trans. También debemos limitar muchísimo el consumo de azúcares procesados, y aumentar en lo posible el de fruta y sobre todo el de verdura, que nos aporta nutrientes y minerales imprescindibles para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Tampoco se nos debe olvidar tomar suficiente líquido, que ayude a que todo funcione mejor.

Tabla de calorías y su uso

Si nuestra intención es perder peso o mantenernos como estamos, debemos cuidar mucho nuestra alimentación y una de las partes importantes son las calorías. Si consumismos más calorías de las que luego quemamos o gastamos, todo ello se acabará acumulando en nuestro cuerpo, generando esos kilos demás que tanto nos disgustan, y otro tipo de posibles peligros, como enfermedades cardiovasculares por exceso de grasa y demás. Por ello es indispensable tener en la cabeza las calorías que podemos consumir.

De una manera bastante sencilla, las etiquetas de los alimentos ya nos muestran su valor energético o calórico, así que tendremos siempre clara la cantidad de calorías que estamos metiendo a nuestro cuerpo cuando comemos eso. Es una tabla de estimación, y tampoco hay que seguirla a rajatabla. Se puede adelgazar sin pasar hambre, aunque claro, hay que saber escoger muy bien los alimentos que vamos a tomar, para evitar todo lo dañino, lo supracalórico, y dejar de comer aquello que no tiene nutrientes, solo puras calorías.

Aditivos como ingredientes de los alimentos

Otra de las cosas que hay que cuidar para llevar una buena alimentación sana es evitar cierto tipo de aditivos. Por ejemplo, la comida más natural, las frutas o verduras, no deberían llevar este tipo de aditivos porque no necesitan conservarse durante tanto tiempo, ni tener un color diferente, ni nada parecido. Es por eso que cuantos más aditivos aparezcan en las etiquetas del producto, más procesado estará, no siendo tan recomendable su consumo. Y es que los aditivos no son ingredientes en sí, sino simplemente sustancias que se agregan en el proceso de producción, para mantener los alimentos en buen estado mucho más tiempo, por ejemplo.

Hay cuatro grandes grupos de aditivos, cada cual con su función: colorantes, conservantes, antioxidantes y estabilizantes. Algunos de ellos son indispensables para conseguir que los alimentos se conserven durante un tiempo lógico para llegar a los clientes en las tiendas y supermercados, pero otros simplemente son utilizados como colorantes, para darle un mejor color al alimento, o también como potenciadores del sabor, para que sepa mucho más sabroso. Estos últimos son ejemplos de aditivos que bien podrían ser eliminados, pero que suelen ser muy comunes hoy en día porque al final nos hemos habituado a ellos.