El porno siempre ha sido una industria dominada por las mujeres, al menos en lo que las actrices se refiere. Muchas luego también han manifestado que los mandamases siguen siendo hombres, y son los que manejan las productoras y el dinero. Al final, es una industria más donde el cuerpo se exhibe y es lo que más importa, pero las cosas parecen estar cambiando. El porno antes estaba dominado por unas cuantas empresas que movían prácticamente todas las ganancias, pero Internet ha cambiado las normas del juego. Ahora cualquiera puede convertirse en una estrella desde su propia habitación, sin salir de casa, emitiendo sus vídeos y sacando su contenido erótico. Sin productoras, sin intermediarios, llegando directamente al consumidor, controlando todo el proceso desde el principio al final. Las estrellas del porno parecen haber quedado ya en el olvido, pero de vez en cuando todavía aparece alguna que nos devuelve la fe en este tipo de películas.

En los últimos años, las pornstars se han convertido en auténticas celebrities, sobrepasando en muchos casos la popularidad de las actrices “comerciales”. Desde Sasha Grey a Jenna Jameson, hemos conocido muchos casos de chicas que empiezan en el porno y luego se trasladan al cine “serio”, con mejor o peor suerte. Otras tantas se mantienen rodando escenas de forma incansable desde hace años y haciendo la transición más compleja, de teen a adulta y luego a MILF. Y es que no es tan común que una chica se lleve muchos años en la industria, porque la vida laboral de una pornstar suele ser de entre cinco y ocho años. Hay casos muy particulares en las que esa experiencia se reduce aun más, en apenas unos meses. Chicas que tal vez entraron en este negocio sin tenerlo muy claro y decidieron salir de él cuando lo conocieron más a fondo. O que no estaban conformes con la manera en la que se llevaban las productoras y demás. Seguramente, el caso más conocido sea el de la imponente y espectacular Mia Khaliga, una de las estrellas más rutilantes del porno en los últimos años.

La estrella Mía Khalifa

Mia nació en Beirut, capital del Líbano, en 1993, bajo el nombre de Sarah Joe Chamoun. Siendo aún una niña, en 2001, sus padres se mudaron a Maryland, donde ella recibió una educación totalmente americana. Sin embargo, reconocía que sufrió también burlas y ataques por su condición de extranjera y musulmana, especialmente en aquellos primeros años, justo después del 11-S. La joven consiguió salir adelante y estudió algunos cursos en una academia militar, antes de enrolarse en la Universidad de El Paso, en Texas, donde realizó su carrera. Poco después se mudaría a Miami, donde comenzaría su ascenso irrefrenable al estrellato, aunque no de la manera en la que todos piensan.

Mientras trabajaba en un bufete de abogados, la chica fue contactada para sacarse algunas fotos sexys e incluso desnuda. Su cuerpo era exuberante y su sonrisa exótica le daba un punto muy especial e irresistible para los hombres. No tardaría mucho en saltar a la industria pornográfica, ya en octubre de 2014, con la productora Score. En su periplo, que duró apenas unas meses, logró grabar once vídeos, y aquel fue todo el legado que Mía nos dejó. Sin embargo, su popularidad durante aquellos meses fue estratosférica, convirtiéndose en una de las actrices porno más solicitadas. El video en el que aparecía teniendo relaciones con un hiyab provocó una gran polémica, y la propia Mía reconoció que se arrepintió de rodar aquella escena, pues había sido amenazada incluso por el ISIS.

Su retirada del cine para adultos

A pesar del gran éxito que estaba logrando, Mía no se sentía del todo cómoda por esa popularidad tan enorme, así que decidió dejar la industria en 2015. Tuvo una nueva escena, un regreso puntual en 2017, para la productora Bangbros, pero aquello fue todo. Según reconoció la propia actriz, había ganado unos 12.000 dólares en aquellos meses. Una cantidad irrisoria si tenemos en cuenta todo lo que sus vídeos lograron generar para sus productoras y las plataformas donde se exhibían. Posteriormente, en diferentes entrevistas, Mía ha explicado que la industria pornográfica le parece deleznable, y que se aprovecha de chicas ingenuas e inexpertas como lo era ella. A pesar de esto, ha seguido sacando partido a su fulgurante fama, con proyectos personales.

¿Trabajó como escort de lujo?

En muchas ocasiones oímos rumores y comentarios sobre las actividades que las actrices porno realizan más allá de su trabajo en el cine para adultos. Por ejemplo, se cuenta que muchas de ellas también trabajan como escort de lujo. ¿Es este el caso de Mía? Parece que no, puesto que la misma actriz se ha encargado de desmentirlo en numerosas ocasiones. De hecho, confirma que ha recibido ofertas muy suculentas no solo para volver al porno, sino también para pasar la noche con algún millonario. Según dice ella misma, las ha rechazado todas, por cifras que sobrepasarían incluso los 100l.000 dólares. Incluso en los peores momentos, tras dejar el porno y quedar “marcada” a la hora de encontrar un nuevo trabajo, la joven no se planteo siquiera esta posibilidad.

Sus relaciones más conocidas

Mía Khalifa estaba casada en el momento de rodar las escenas que la convirtieron en  una estrella, algo que muy pocos saben. De hecho, se casó muy  joven con un compañero de instituto, al cumplir los 18 años. Sin embargo, para 2014, cuando entró en la industria, la relación ya estaba rota, aunque pasaría un tiempo antes de conseguir el divorcio. Poco después, la joven empezó a salir con el chef sueco Robert Sandberg, con quien también se casaría. Ya convertida en una estrella, Mía había dejado atrás el porno para convertirse en coach, influencer y comentarista deportiva. La relación, sin embargo, también llegó a su fin en 2021, poco antes de que se la comenzara a relacionar con otro famoso.

Y es que en verano de 2021 los rumores sobre Mía Khalifa y Jay Cortez eran imparables, y la propia pareja confirmó su relación a través de sus redes sociales. El músico es una de las estrellas más grandes de la nueva ola de música latina, y ha colaborado con artistas internacionales como Skirllex. Khalifa, mientras tanto, sigue con su vida como comentarista, con millones de seguidores en Instagram, y sacando partido a su belleza, aunque ya no de forma tan explícita como cuando fue actriz pornográfica. Muchos sueñan con un regreso de la poderosa mujer convertida ya en MILF dentro de poco, pero por ahora, parece que no hay atisbo de esa vuelta.